Una fiesta cívica… con pocos invitados

En cada celebración que se precie de tal la cantidad de participantes importa. Y mucho. No es lo mismo un festejo entre pocos que una fiesta con muchos. Y en las elecciones sucede lo mismo.
Las elecciones internas, definidas por todos como una fiesta cívica, contó con muy pocos invitados. La baja participación de electores llevó a que el tema del domingo 30 de junio –además del frío polar reinante- fuera recurrente.
Las preguntas surgías desde los periodistas a los candidatos, desde los referentes a sus delegados, desde los votantes a sus pares. ¿Poca gente, verdad? Muy poca, era la respuesta. A medida que el sol caía en la tarde gélida del domingo, los puntos de participación comenzaban a vaciarse de público y solamente los integrantes de mesa, seguridad y delegados pugnaban por apurar el reloj hacia las 19.39 horas como último instante de participación ciudadana.
Así sucedió, sin excepciones, en todo el departamento y el país. La Corte Electoral se encargó de suministrar las cantidades exactas de participantes en horas pico. A las 15 horas, según datos oficiales, en el departamento de Florida habían sufragado 14511 personas, nucleando ciudades y pueblos, circuitos de escuelas rurales y puntos céntricos.
De esa manera el 35% del total habilitado, y poco más, se acercaba a las urnas para definir los candidatos presidenciales de cada partido político y los participantes en las convenciones departamentales y nacionales.
El mejor clima

Ajenos al frío, los sarandienses sobrellevaron nuevamente una instancia pacífica de votaciones, con sana convivencia entre los participantes. Así fue destacado desde las filas políticas con las cuales tuvimos contacto durante la jornada. Los delegados identificados con sus colores y números partidarios pudieron convivir alejados de rencillas de campaña. Los saludos de siempre, los reconocimientos para tantos coterráneos que se acercan a su ciudad desde los actuales puntos de residencia y el habitual intercambio de besos, abrazos y anécdotas que eso conlleva.
El clima electoral ya se vivió desde el sábado, cuando las carnicerías de la ciudad agotaron sus stocks de asado, cuando los supermercados y almacenes dieron cuenta de “muy buenas ventas”, especialmente familias que se reencuentran en torno a la mesa del sábado a la noche y domingo al mediodía, con el voto interno como excusa válida.
Al tiempo que este medio recorría los puntos de votación, diferentes medios de comunicación de la capital departamental emitieron desde Sarandí Grande durante determinados puntos del día, tomando en cuenta la existencia de figuras de relevancia departamental en esta contienda. Tano Stopingi, Soledad López, Omar González, Nicolás Vaz, fueron algunos de los votos que la televisión y radio de la ciudad de Florida siguieron de cerca, ya fuera desde la Escuela Nº 113, Liceo Faustino Harrison, Escuelas 7 y 38, Centro Cultural, Club Deportivo Social Sarandí o Centro Social 12 de Octubre.
A la nochecita, al caer la tarde junto con el sol y la helada del último día de junio, ya era invisible el movimiento popular en la ciudad. Llamados a sus hogares, solo quedaba aguardar el escrutinio y conocer qué figuras competirán en octubre –eventualmente en noviembre- para definir el futuro Presidente del país.
