Picudo Rojo que ataca las palmeras se estableció a 10 kms de Sarandí Grande

Apenas 10 kilómetros separan al Picudo Rojo de las palmeras de Sarandí Grande, habida cuenta que se constató su presencia entre las localidades de Estación Pintado (Pueblo Barceló) y nuestra ciudad, al sur por Ruta 5, en el departamento de Florida.
Este dato surge de la reciente actualización que presentó el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) con fecha 15 de setiembre
Rynchophorus ferrugineus “el picudo rojo de las palmeras”, es el nombre de la plaga que se encuentra actualmente establecida en Montevideo, Canelones, Maldonado, Florida, Flores, San José, Colonia y Lavalleja. Si bien su principal hospedante es Phoenix canariensis (palmera canaria), se ha encontrado atacando otras especies, incluyendo Butia odorata (Butiá) y Syagrus romanzoffiana (Pindó).
“Dada la poca experiencia generada debido a su reciente introducción en 2022, la severidad del daño y el impacto que pueda llegar a tener en las especies nativas es aún incierto. La información pública con que se cuenta sobre la biología y comportamiento del insecto a nivel nacional es muy reducida”, se indica desde el MGAP en su informe presentado este lunes.
En principio, los adultos se han empezado a observar a inicios de primavera siendo su máxima expresión hacia finales de otoño. Se desconoce claramente cuando inician las posturas de huevos y hasta que momento del año se continúan, proceso que en los insectos está fuertemente ligado a la temperatura.
En la palmera canaria los estados inmaduros de la plaga penetran por la única yema de crecimiento, ubicada en la cima de la palmera. Su detección temprana es dificultosa por lo que cuando los síntomas son claramente visibles, muchas veces, es demasiado tarde para realizar el control químico con insecticidas, siendo que no resulta efectivo y la palmera finalmente muere, se agrega en el detalle técnico.
Formas de control
La eficacia de las medidas de control químico disponibles, basada en la experiencia de otros países, resulta incierta en el contexto nacional actual. Los insecticidas que pueden ser utilizados son limitados. Esto se debe a que además de requerir eficacia en el control de la plaga se deben minimizar los impactos negativos de estos productos hacia el ambiente (especies benéficas como abejas, pájaros, etc.) y las personas. En áreas urbanas el sistema de aplicación de insecticidas muchas veces se reduce a tratamientos mediante endoterapia (inyección al tronco), un procedimiento que llevó a cabo de forma masiva el gobierno departamental de Maldonado.
“Este sistema de aplicación limita el riesgo de exposición de las personas a los insecticidas, categorizados como moderadamente peligrosos, los que deben ser manejados por personal capacitado. La opción de tratamientos mediante ducha también podría ser una opción en ciertas situaciones. El control preventivo para proteger del ataque a la palmera es una alternativa que reduce el riesgo de infestación, aunque frente a ataques recurrentes con alta población de plaga la probabilidad de éxito se reduce. Hasta el momento con la información y la experiencia con la que se cuenta, parece probable que mínimo una aplicación preventiva a principios de primavera en palmeras visiblemente sanas sería necesaria para reducir el riesgo de infestaciones en aquellas zonas donde ya se han observado palmeras infestadas”, es el consejo profesional desde MGAP, al tiempo que se ha reportado una serie de datos de contacto de las empresas habilitadas para efectuar estos trabajos. El número de aplicaciones a realizarse va a depender de la residualidad del producto utilizado y de la presión de la plaga que exista en la zona, entre otros factores. En función de estas variables es probable que se requiera más de una aplicación. Se recomienda consultar con un ingeniero agrónomo especializado en el tema.
La palmera que muere
En el caso que no se tomen medidas de prevención o control, o se tomen tarde, la plaga termina matando a la palmera infestada.
Esta aseveración también va de la mano con el hecho de que, tarde o temprano, la palmera tenga que ser extraída ante el riesgo de provocar accidentes. Una vez definido que el daño es irreversible se debería realizar la extracción, chipeado de hojas, trozado, y destrucción o enterrado de los restos para evitar que la plaga siga desarrollándose e infeste a otros ejemplares.
Desde el MGAP se alerta que la responsabilidad de la ejecución de las medidas fitosanitarias será de las autoridades locales según la localización del ejemplar afectado. Es decir, las intendencias en el ornato público; los organismos del Estado afectados, en predios estatales (gobierno nacional, entes autónomos, organismos descentralizados, ANEP u otros); el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) en las rutas nacionales y caminos vecinales además de los propietarios de las fincas urbanas o rurales.
“Las medidas serán ejecutadas a su costo, sin que esto genere indemnización por parte del Estado”, se concluye.

